domingo, 15 de noviembre de 2009

Prioridades

Foto: kp


Cómo explicar que no se es feliz pero que tampoco se está triste, el no-sentir inquietante.


Cómo, decir que me da igual ocho que ochenta sin que suene frívolo ni obsceno.


Condicionada por la elección continua, voy a tientas desarrollando un nuevo paladar en la piel.


La improvisación es, pues, necesaria.

10 comentarios:

javcasta dijo...

Nos apena no sentir alegría y nos desconcierta no sentir tristeza, como si el alma (si es que la hay) se apagase.

Personalmente solo creo que el camino ya no nos sorprende tanto ...

Saludos

chose dijo...

Alguien dijo que el no extrañarse de las cosas es una forma de inteligencia.

No, si al final vamos a ser listos y todo¡¡¡

Buenas noches.

Anónimo dijo...

Hola Chose :)

De un modo extraño yo creo que no sentir ni tristeza ni alegría viene a ser algo así como la sensación de no tener ni frío ni calor, es decir, un estado de equilibrio o un estado de bienestar un tanto enigmático.

Así que no lo considero como "no-sentir" sino como un estado intermedio entre la alegría y la tristeza.

Un abrazo :)

pd: mi blog aparece si pinchas encima de nombre ;)

Anónimo dijo...

Cuando se alcanza el estado de indiferencia, creo que estamos dando el primer paso para querer estar ahí y luchar por cosas.

Pero no te engañes, siempre se puede caer más bajo.

Y ahora, voy a quedar como un desgraciado al preguntarte quién eres... lo siento.

Un saludo.

chose dijo...

La indiferencia tiene más mala prensa de lo que se merece, efectivamante.

Repecto a tu pregunta... confieso que no estoy preparada para contestarla.

Saludos.

Anónimo dijo...

De acuerdo, como veas.

De momento te pongo en el blogroll, es la política de la casa para los blogs que me enlazan.

Un saludo.

chose dijo...

Nosonhoras, perdóname es que soy tan nueva por aquí que no tengo ni idea qué tengo que hacer cuando se me pregunta quién soy:

- contestar quién soy de verdad, o
- quién creo que soy, o
- quién quiero que creas que soy. o
- quién quiero creer que soy...

¿Me ayudas?

Anónimo dijo...

Amiga,

Ni tú eres tan nueva, ni yo tan viejo como para inventar normas.

Yo sólo sé que veo mi blog enlazado en el tuyo, y me pregunto porqué, quién hay detrás. Porque, para qué engañarnos, las bobadas que escribo las leen 10 personas, de las cuales 2 no saben como han llegado allí y salen cuanto antes, 2 entran de ciento en viento, y los 6 restantes, o bien los conozco, o al menos puedo ponerles una cara.

Es lo que tiene hablar de mierda fresca en vez de Gran Hermano o Fútbol, que la afluencia es diferente.

Después, puedes contestar quién eres de verdad, o quién crees que eres, o por quién te quieres hacer pasar ante mí, o quién te gustaría ser.

Eso es cosa tuya.

chose dijo...

Hey, hey, hey no se me mosquee que no es para tanto.

Soy tan nueva que pensé que te referias a esa sección que existe en algún blog con ese nombre (quién soy) y no a cómo te había encontrado.

Te encontré en segundo cajón al que me llevó el borde al cúal encontré de puta casualidad.

Me gustó lo que leí y te agregué pero si no quieres te quito.

¿Quién dijo normas?

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola,

Yo no me enfado. Tan solo sigo tu retórica. ;)

Saludos.