jueves, 30 de enero de 2014

Noche

Me hago un par de huevos fritos. Huelen del copón. 
Revolotean, ya suavenmente, los moscones de esta noche. Pero no estabas tú. Aguardo tranquila. 
Se enfrían los huevos. Tendré que comer. 
Y mientras moje, mastique y trage los trozos de pan empapados en yema, me acordaré de tí y de que quedan menos días para vernos. 
Porque nos vamos a ver y a besar.

jueves, 3 de mayo de 2012

Canalla

Me niego al tremendismo. Me revelo contra el pesimismo y el despotrique continuo. Sólo quiero disfrutar todo lo que pueda y sentir que su mediocridad nunca será un problema sino, como mucho, un consuelo.

La lucha y las ganas de cachondeo son infinitas.

domingo, 29 de enero de 2012

Libre

Una mujer libre sigue siendo perturbadora en el siglo XXI.  Parece increíble pero es cierto. Lo sé por experiencia. La mayoría  se confunde contigo y sólo ve prepotencia donde hay pasión, furia y valentía. No digamos con los tíos. Se acojonan. 
Por suerte también hay gente con la que me entiendo de maravilla, con especial inclinación a los que, como yo, se sienten libres, sea de la manera que sea.


lunes, 23 de enero de 2012

Exquisito









martes, 17 de enero de 2012

Fille d'acier

Las palabras tienen dificultades para salir de mi boca, de mis manos. 
He visto lo suficiente para saber que la vida es muy dura. Mucho. 
No por las circunstancias, sino por las personas que somos quienes las creamos.
Vender, matar, adorar por dinero. Si no es descorazonador esto no lo es nada.
Mierda en mis oídos, mierda en mis ojos.
Aún no llegó al corazón.
Pero reconozco que hay que ser poco menos que de acero para esquivar, sin cesar, las balas de detritus que rebotan a lo ancho y largo de este universo mezquino y bello que es la tierra.

jueves, 5 de enero de 2012

3:08

3:08. Vuelvo a casa desde la otra punta de la ciudad. Frío. 
Nadie por aquí, nadie por allá. Me acompaña una musiquita africana de lo más apropiada. 

3:11. Los semáforos no descansan. Me gusta la soledad de esta noche. No hace falta correr. Los brazos se estiran al volante. La sonrisa serena y sabia ya vino. 
Pasan imágenes. Pasan.

3: 16. Realmente nadie. Podría irme contra el muro. 
O simplemente pararme en mitad de la carretera. 
Nadie lo vería.

3:22: Y ahora aparcar. No sólo el coche. También esta pizca de autocomplacencia y descaro con que me defiendo cada vez que me asalta la cruda realidad. Nada por aquí. Nada por allá.

martes, 27 de diciembre de 2011

Felicidades

- ¡Ay, ay, ay!
- ¿Qué pasa?
- Nada, que me he vuelto a chocar de frente con la Navidad.
- ¿Estás bien?
- Sí, cada año el choque es más suave.
- ¡Suerte que tienes!

lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Cuándo?

De vez en cuando es una expresión que he llegado a odiar.
Porque al utilizarla nos referimos bien a algo que creemos que no es muy correcto, bien a que nos conformamos con esa cadencia.
Mojarme bajo la lluvia o cantar a pleno pulmón son sólo dos ejemplos.

DE VEZ EN CUANDO NO, SIEMPRE,


lunes, 12 de diciembre de 2011

Silencio, se mira

- ¿Qué querías entonces? me preguntaste asombrada.
- Que me mire cuando escribo o leo, que me observe al cocinar,  que me ojee si conduzco, que me aceche cuando cruzo la calle y voy a su encuentro, que contemple mi sueño, que examine cómo me visto, que me descubra si hablo con alguien...
- ¿Pero no decías que no querías echarte novio?
- ¿Y qué te hace suponer que lo quiera?
- ¡Joder! Esas cosas sólo se hacen si vives con alguien.
- De eso nada. No tienes por qué vivir con alguien. Basta con que los momentos compartidos sean simplemente provechosos.
- No te entiendo.
- Verás, lo que quiero en realidad es compartir silencios.
- Estás como una cabra. Vamos a tomar unas cervezas anda.

Y fuimos a tomar esas cervezas. Y, curiosamente, esa noche hablaste mucho menos de lo habitual. Qué buena amiga eres.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo siento

"Por alguna razón empiezo a garabatear esas palabras en lo alto de la página. Me las quedo mirando. Lo siento. Lo siento. Son palabras que atormentan y que duele leer. Parecen pedirse perdón a sí mismas por estar en la página. Son unas palabras tan claras como elusivas.
...Les doy una historia y un diálogo. Les doy nombres y lugares. Les doy aliento y voz... Nadie es verdaderamente virtuoso, nadie evita la maldición progresiva. En cualquier historia, todos los personajes se debaten entre el bien y el mal, entre lo que es correcto y lo que no. Pero es la gente buena la que puede ver la diferencia, la que sabe que ha hecho algo que no debía. Y es un gesto difícil y humillante el de asumir la responsabilidad y admitir la culpa. Hay que ser valiente para decirlo y hacerlo en serio. Lo siento.
Lo siento.
Lo siento significa que sientes las pulsaciones del dolor del otro, además de las tuyas propias, y decirlo significa que aceptas tu parte de culpa. Y eso te une y te hace experimentar lo que vive el otro. Lo siento son muchas cosas. Es un hoyo vuelto a llenar. Una deuda pagada. Lo siento es la estela de la fechoría. Las ondas de consecuencias catastróficas. Lo siento es tristeza, del mismo modo que el conocimiento es tristeza. Lo siento es a veces autocompasión. Lo siento, en realidad, no tiene que ver con uno mismo. Son los demás quienes eligen si aceptar las disculpas o no.
Lo siento significa abrirse uno mismo con el fin de ser abrazado, ridiculizado o vengado. Lo siento es una pregunta que suplica perdón, porque el metrónomo de un buen corazón no se sosegará hasta que las cosas vuelvan a estar bien. Lo siento no devuelve las cosas a su estado original, pero las empuja hacia adelante. Salva el hueco. Lo siento es un sacramento. Y una ofrenda. Un regalo"


"Jasper Jones",  Craig Silvey.

Siendo una persona impulsiva y pasional, adopté estas palabras desde el mismo instante en que las leí.