lunes, 26 de julio de 2010

Sencillamente

Lo estaban pasando bien. Paseo por la feria. Atracciones, puestos y remate con cerveza fría y helado. Empieza una batería de preguntas tontas, imposibles, incongruentes que llevan, irremediablemente, al desencuentro, al desamor.
- ¿Quién tiene el no se qué más grande mamá o ... ?
- ¿Quién es más lista?
- ¿Quién es más guapa?
La criatura contesta decidido o dubitativo depende. Sabe que es un juego pero tampoco quiere quedar mal. Pero en una de las respuestas, su señora madre mete baza, también quería jugar. Al padre no le parece bien, se pone serio y continúa. La madre opina cuando le parece. Y hete aquí que llegamos a la cuestión fatídica:
- ¿Quién es más guapo papá o ...?
El niño, lógicamente dice que papá. Pero la madre que es una arpía vuelve a corregir. Entonces viene un tirón de orejas a mamá, delante del niño, porque claro, a quién se le ocurre menoscabar así su opinión y transmitirle sus prejuicios.

La madre se queda seria, callada y una nube negra se instala en su pecho oprimiéndole el corazón.
El pequeño lo nota y rápidamente media y consigue que la madre sonría y cambie de tema. Menos mal que es tarde y todos han terminado sus consumiciones. "A dormir, venga".

De camino intenta explicarse con el padre pero él no entiende, no quiere entender, que el niño contestó lo contrario porque es lo que siente que tiene que contestar pues quiere mucho a papá y no le quiere contrariar ni perder. Que la madre, al dementirle, no estaba tirando por los suelos al padre, ni le quitaba criterio al niño, sino que le estaba proporcionando un chute de autoestima. Tampoco entiende que el verdadero error, si lo hubo, estuvo en formular esas pérfidas preguntas. Se escuda en que ella va de divina de la muerte y menosprecia sin piedad.

La madre vuelve a casa con una nube en su sonrisa y por supuesto en el corazón. Si el niño fuera más grande comprendería que estas son las situaciones y emociones por las que dejó de querer a papá.

5 comentarios:

Gustavo D´Orazio dijo...

LA LUCIDEZ DUELE. YA LO ANUNCIA TU BLOG. SEAS HOMBRE O MUJER, PASAMOS POR ESTAS SITUACIONES, PORQUE LA VIDA NOS COLOCA ANTE INCOMODIDADES?...PERO ME PARECE SANO ESCRIBIR Y PENSAR EL TEMA. FICCION O NO, EN CADA POST NUESTRO, DESTILAMOS UN POCO DE NUESTRA VERDAD. ABRAZO CORDIAL.

chose dijo...

Bueno necesitaba escribir algo así. Efectivamente, para eso tengo este blog.

Gustavo, un saludo.

javcasta dijo...

La víctima, de la vanidad de vanidades del papa y la mamma, es el niño que lo rebozan en las neuras de sus "dueños legales" (progenitores) hasta la mayoría de edad.
Ya lo decía K.Gibran:

"Nuestros hijos no son nuestros hijos,
son los hijos y las hijas de la vida que se llama a sí misma.
Vienen a través de nosotros, pero no de nosotros.
Y aunque viven con nosotros, no nos pertenecen. "


Personalmente para optar a ser padre haría pasar un examen, el que suspenda por tercera vez se le esterilizaría ... ¡Hail patriarcado!.

javcasta dijo...

Jajaja, leer esto:

http://www.elmundotoday.com/2010/07/eeuu-envia-tropas-para-instaurar-la-democracia-en-una-familia-espanola/

chose dijo...

Sí Javier, es díficil ser madre o padre (y los dos a la vez ya ni te cuento).

Ya lo leí. Agregué la página a mis favoritos cuando la descubrí en tu blog. Unos cachondos.