Claro que fuimos náufragos. Cada uno a su manera. Tú sin querer moverte y yo sin poder parar. Las botellas fueron reales. Yo buscaba claridades tú las eludías. Siempre es triste ver pasar un gran amor. Sin vuelta.
Gustavo, siempre das en el el clavo. Verdad y melancolía qué buen resumen.
(Uno de estos naúfragos me recuerda al hombre que describe Silvina Ocampo en el post tuyo del otro día)
un abrazo.
Albert, tienes razón en cuanto a lo del privilegio.
Siempre me atrajo la escena de "Eyes wide shut" en la que una pareja está cenando en un restaurante y de pronto la mujer siente que en la mesa de al lado, sentado con su mujer y sus hijos, está el hombre de su vida.
5 comentarios:
Me ha acariciado este post. Tiene, en su sensibilidad, el poder de la verdad y la melancolía juntos. Beso.
Lo que nunca fue no se sabrá lo que hubiera sido. En cualquier caso si lo consideraste un gran amor fue un privilegio verlo pasar.
Saludos chose
Gustavo, siempre das en el el clavo. Verdad y melancolía qué buen resumen.
(Uno de estos naúfragos me recuerda al hombre que describe Silvina Ocampo en el post tuyo del otro día)
un abrazo.
Albert, tienes razón en cuanto a lo del privilegio.
Siempre me atrajo la escena de "Eyes wide shut" en la que una pareja está cenando en un restaurante y de pronto la mujer siente que en la mesa de al lado, sentado con su mujer y sus hijos, está el hombre de su vida.
Un abrazo.
Al leerte la melancolía me recorrió por entero al recordar un gran amor perdido.
Siempre logras emocionarme mucho mi querida Chose :)
Un abrazo enooooooooorme
Como oí por ahí "total, uno no se casa más que dos o tres veces en la vida".
Siempre con humor.
Un abrazo como el tuyo, Pili.
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