sábado, 7 de mayo de 2011

Naufragio

Claro que fuimos náufragos.
Cada uno a su manera.
Tú sin querer moverte y yo sin poder parar.
Las botellas fueron reales.
Yo buscaba claridades tú las eludías.
Siempre es triste ver pasar un gran amor.
Sin vuelta.

5 comentarios:

Gustavo D´Orazio dijo...

Me ha acariciado este post. Tiene, en su sensibilidad, el poder de la verdad y la melancolía juntos. Beso.

Unknown dijo...

Lo que nunca fue no se sabrá lo que hubiera sido. En cualquier caso si lo consideraste un gran amor fue un privilegio verlo pasar.
Saludos chose

chose dijo...

Gustavo, siempre das en el el clavo. Verdad y melancolía qué buen resumen.

(Uno de estos naúfragos me recuerda al hombre que describe Silvina Ocampo en el post tuyo del otro día)

un abrazo.


Albert, tienes razón en cuanto a lo del privilegio.

Siempre me atrajo la escena de "Eyes wide shut" en la que una pareja está cenando en un restaurante y de pronto la mujer siente que en la mesa de al lado, sentado con su mujer y sus hijos, está el hombre de su vida.

Un abrazo.

Yomisma77 dijo...

Al leerte la melancolía me recorrió por entero al recordar un gran amor perdido.

Siempre logras emocionarme mucho mi querida Chose :)

Un abrazo enooooooooorme

chose dijo...

Como oí por ahí "total, uno no se casa más que dos o tres veces en la vida".

Siempre con humor.
Un abrazo como el tuyo, Pili.