sábado, 16 de enero de 2010

Reunión

"Hace mucho que no quedamos con estos", le dije. Estos son el grupo de amigos, parejas, que se conocen desde el instituto y con los que periódicamente quedamos para cenar, tomar algo, etc.
La mirada de Enrique fue reveladora y triste. Yo sabía por qué no quedábamos y él también.
Pero esa mirada solo existió para mí, el no fue consciente de ella e intentó, como siempre, quitar hierro y dijo que era "normal mujer, estamos muy liados con las obligaciones y es difícil buscar una fecha que nos venga bien a todos".
Ahora la triste era yo.
Sabía que la última reunión les dejó mal sabor de boca, que no querían volver a verse frente a frente con la cruda realidad que les había presentado. Sabía que les había incomodado y, sinceramente, no me importó nada.
Después de una cena exquisita y unas copas en un local agradable y burgués, las lenguas se animaron y comenzó un debate más profundo de lo habitual, cosa que me sorprendió. Siempre hablábamos de lo mismo: de las anécdotas pasadas y de los hijos, viajes, estudios hipotecas, familia, trabajo.
Alguien habló de lo afortunados que éramos, lo bien que se nos había dado todo, en general, y todos asentimos y nos regocijamos interiormente.

En un momento dado yo dije que pensaba muy a menudo en suicidarme. Tras los típicos comentarios de "¡joder! ¡qué cosas dices!", "qué tonterías hay que oír", "hoy te subió bien el cubata"... el silencio fue atroz.
Yo seguía tan contenta e intenté explicarme.
"No estoy deprimida, no tengo ningún problema grave, me va todo bien, tengo una familia maravillosa... pero no creo en el ser humano. Yo no elegí estar aquí, yo no elegí ser persona ni vivir en el primer mundo. Somos una puta mierda, llenos de prejuicios, envidias, complejos, inseguridades, condenados a vivir y morir.
Pienso en suicidarme porque no quiero ver más, me es suficiente con lo que vi hasta ahora. Pero no puedo hacerlo porque no estoy sola, adquirí unas responsabilidades que tengo que cumplir".

Tras lo cual seguí tomando mi copa tan tranquila mientras veía instalarse en ellos una nube de incertidumbre y acritud.

Lo único que me dolió fue la mirada de Enrique, triste y desencajada, rebosante de traición.

12 comentarios:

Yomisma77 dijo...

Creo que ese sentimiento de que no elegimos estar aquí y que debemos permanecer tan sólo por las responsabilidades adquiridas es mas frecuente de lo que se reconoce.

Recuerdo que cuando mis padres se enfadaban conmigo porque yo discrepaba de su forma de ver el mundo a menudo les decía que yo no decidí nacer y que no tenía la culpa de que ellos no usaran métodos anticonceptivos.
Y es que para su disgusto les salí muy reivindicativa, jeje :)


En fin Chose, creo que estar viva siempre será una dicotomía, porque la vida es un regalo pero también un castigo.

Me gustó mucho el relato y de nuevo me dejas reflexionando :)

Un abrazo grande!!

javcasta dijo...

Sans cesse à mes côtés s’agite le Démon;
...
Et l’emplit d’un désir éternel et coupable.


Baudelaire.

La protagonista de ese relato, le pasa lo que a Baudelaire en los primeros versos de las flores del mal: ...

A mis costados, sin cesar, se agita el Demonio; ... y los llena de un deseo eterno y culpable.

La culpabilidad. Ese sentimiento inculcado en un sistema de enseñanza judeo-cristiano. Sentirse culpables por estar bien y por poder vivir.

Necesitamos cargar con una cruz, incluso entre el esplendor de la felicidad. Estamos condenados a ser infelices.

Puede también que se avergüence de la propia miseria de su vida y la de todos. La lucidez le duele a esta mujer.

Pero es el precio que hay que pagar.

Esto lo sabia Gibran Khalil Gibran:
Vuestra alegría es vuestra tristeza con máscara.
Y el mismo pozo que origina vuestra risa
se puebla a menudo de vuestras lágrimas.


Y para terminar con otras dos perlas una de sabiduría oriental y otra occidental:

"Todo el mundo quiere la sabiduría, pero pocos están dispuestos a pagar el precio"
—Proverbio Sufí.


"No hay nacimiento a la consciencia sin dolor"
—Carl Jung

Borde dijo...

¿Has leído "Las partículas elementales", de Houellebecq? (he tenido que mirar como se deletrea, dicen que se pronuncia "uelbek".

javcasta dijo...

He encontrado una critica al libro que cita Borde.

Vía: http://www.bibliopolis.org/resenas/rese0184.htm

Cito el final de la critica:
Las partículas elementales dista de ser una lectura cómoda. Plantea su tesis y la defiende con una solvencia que a más de uno le hará revolverse en el asiento. Tampoco ofrece asideros para esquivar el naufragio. Izquierdas, derechas, utopías, es igual: hay palos para todos. La sensación de callejón sin salida que provoca el libro puede resultar agobiante y el único pero que le encuentro es la falta de un toque de humor que suavice el trago. Porque si bien el último capítulo supone un insospechado final feliz, la forma en que se presenta (y que hace que nos demos cuenta de que todo el libro es ciencia-ficción y encima hard. Tiembla, Benford) contribuye a incrementar su impacto.

Como sólo consiguen las grandes novelas, ésta cambia la perspectiva del mundo de quienes la leen. Algo extremadamente valioso, una especie de equivalente adulto del descubrimiento de que los Reyes Magos son los padres. Y no menos puñetero.

Ramón Muñoz


Tiene buena pinta. Pero me sigo quedando con algunos clásicos en esto de las crisis existenciales.

Si os gusta el desamparo / la desesperación / el nihilismo / la nada absoluta moral e ideológica que es la verdadera naturaleza humana ... leer Molloy de Samuel Becket.
Escritores que han vivido una postguerra como la 2ª mundial y un genocidio de órdago, como Becket, son capaces de transmitir la nausea de vivir, al máximo.

Saludos y mal-venidos al lado oscuro de la existencia. :-)

chose dijo...

¡Cómo me gusta compartir reflexiones con vosotros!

Pili, yo también salí reivindicativa, jajaja. Tienes razón: vivir es más difícil de lo que creemos, siempre rodeados de dilemas y elecciones.

Javier, muy buenas tus citas, condensan exactamente lo que quería transmitir. En particular me encanta la última porque es, con otras palabras, el nombre de este blog.

Borde, aún no lo he leído, lo he estado buscando estas navidades y no encontré una edición en francés adecuada, todas con una letra enana, incompatible con mi presbicia. Lo que sí, hace tiempo, cuando comentamos este autor, tuve una intuición y busqué entre mis libros y encontré "Extension du domaine de la lutte" que había comprado un día buscando algo de Le Clezio al que acababan de dar el Nobel y al que no conocía. Me hice un lío con la fonética y de nuevo uno de mis innumerables despistes se convirtió en todo un acierto. Es más, sigo sin haber leído al Nobel.
Nunca había leído nada de MH ni una crítica ni nada, pero desde las primeras páginas me hizo pensar en un Camus contemporáneo. Hace unos días, un post sobre Camus en un blog que sigo me llevó a escribir un comentario preguntando si veía los reflejos de éste en Houellebecq, pero mi intuición, me hizo buscar críticas y ahí estaba ese paralelismo, no era la primera en verlo y, por supuesto, borré esa pregunta de mi comentario por no parecer estúpida. Resumiendo, voy a buscar el libro y cuando lo lea lo comentamos.


Por cierto... nadie dijo nada sobre la reacción de los amigos.

javcasta dijo...

Chose, como sé que te gusta, se me olvidó, recomendarte este relato de Enfant terrible:

Cenizas

Esta ilustrado con la música que el mismo Enfant cita en su relato.

Es muy bueno.

salu2

Borde dijo...

Sobre la crítica que ha citado Javier: tal y como lo leí yo, no tiene un final feliz. Y habiendo sido lector de Asimov, Bradbury y Clarke, tampoco creo que sea Ciencia Ficción.

Es un gran libro y una gran putada. Sobre todo para los hombres.

Yomisma77 dijo...

Pues ahora que lo dices... que la reacción inicial de los amigos fuese de estupefacción era de esperar, pero imagino que acto seguido pensaron para si mismos... "la lucidez duele" y acto seguido se hizo el silencio...
La cara de Enrique me la puedo imaginar, le tuvo que doler mucho escuchar esa verdad aplastante.

Un abrazo Chose!! y que tengas una estupenda semana!! :)

chose dijo...

Javier, tus comentarios son siempre oportunos, gracias por estar ahí. Creo que ya lo había leido. Es muy bueno. Sabe tocar las heridas.

Pili, me refería a la otra, la reacción a largo plazo.
Yo creo que Enrique no volvió a estar tranquilo nunca más.

Borde, me imagino que cuando lo lea comprenderé por qué sobre todo para los hombres, ¿no?

Yomisma77 dijo...

Chose, cuando dije que -acto seguido pensaron para si mismos "la lucidez duele"- me refería a que esa era la reacción a largo plazo pero me expresé mal.

Y es que llevo tooooda la tarde delante del ordenador con una dichosa sesión clínica y las horas que son y yo todavía despierta :( preparando la dichosa charla en powerpoint!!
Menos mal que tengo momentos de evasión con lecturas como estas.

Un abrazo!! :)

Borde dijo...

"Borde, me imagino que cuando lo lea comprenderé por qué sobre todo para los hombres, ¿no?".

Claro. Pero no quiero chafarte la lectura contándotelo ahora. Y si aún después de leerla no tienes la misma impresión que yo, entonces te daré mi punto de vista.

Mira aquí: http://www.iberlibro.com/

Hay bastantes ejemplares, pero como no sé francés, no sé si son tapa dura, rústica o si lo cualo ;-)

chose dijo...

Pili, ya me parecía. ahora lo entiendo.

Borde, no soy una maniática pero siempre que puedo leo el original, sobre todo en francés. Ya te contaré mi impresión.