Una mujer libre sigue siendo perturbadora en el siglo XXI. Parece increíble pero es cierto. Lo sé por experiencia. La mayoría se confunde contigo y sólo ve prepotencia donde hay pasión, furia y valentía. No digamos con los tíos. Se acojonan.
Por suerte también hay gente con la que me entiendo de
maravilla, con especial inclinación a los que, como yo, se sienten libres, sea
de la manera que sea.