Nos dirigen, empujan, denigran, obvian, explotan y roban, sodomizando hasta la extenuación a nuestra dignidad. ¿Y bien? Compramos, gastamos, callamos, miramos a otro lado o hablamos de "lo último" como si nada.
Me gusta escucharte, olerte, mirarte. Me estremece tu furia y tu silencio, siempre imperfecto. Admiro tu constancia, tu belleza imparcial. Disfruto evocándote, imaginándote cuando estás lejos de mi visión. Pero lo que más me llena es pasear junto a ti.